Un poco de historia
El uso de los aceites esenciales comenzó mucho antes de nuestra era, en el Antiguo Egipto. Su uso era sagrado, con la medicina unida a la creencia en la magia y los símbolos. En esta época, los aceites esenciales se utilizaban en varios campos: medicina, perfumería, cosmética y embalsamamiento.
Los egipcios practicaban una forma rudimentaria de destilación, utilizando la maceración y el escurrido. La civilización egipcia se considera hoy la creadora de los aceites esenciales. Influyó en muchas culturas y civilizaciones, aportando sus conocimientos médicos a Grecia, el Imperio Romano y toda la cuenca mediterránea.
Los egipcios practicaban una forma rudimentaria de destilación mediante la maceración y el escurrido
¿Cómo se fabrican hoy los aceites esenciales?
Los aceites esenciales son sustancias aromáticas extraídas de las plantas mediante un proceso de arrastre de vapor -destilación- o de prensado en frío (cítricos). Ambos métodos pueden utilizarse para producir aceites, pero la destilación por arrastre de vapor es la más utilizada. Las plantas se recogen a mano y se recolectan cuando su concentración de aceites esenciales es máxima. El método elegido depende de la planta utilizada y de la calidad deseada del aceite esencial.
Prensado en frío
El prensado en frío consiste en prensar el fruto o las hojas para extraer mecánicamente los aceites esenciales conocidos en algunos casos como "esencias". El prensado no produce hidrosol
Destilación al vapor
Para la destilación al vapor, las plantas se introducen en un alambique. El vapor de agua pasa a través de ellas, transportando los compuestos aromáticos volátiles en estado gaseoso. El vapor de agua así cargado pasa a través del cuello de cisne a un serpentín de enfriamiento sumergido en agua fría.
La destilación produce entonces un destilado que se decanta por diferencia de densidad y se separa en aceite esencial e hidrolato (o agua floral). El hidrolato contiene una pequeña cantidad de aceite esencial.